En un evento titulado "Cristianos unidos en la esperanza", fue presentada ayer 25 de marzo la última encíclica del Papa Benedicto XVI, Spe Salvi, traducida al ruso, por el Arzobispo de la Madre de Dios, en Moscú, Mons. Paolo Pezzi, y el Secretario de la Comisión teológica sinodal del Patriarcado moscovita y vicerrector de la Academia Teológica de Sergiev Posad, Padre Vladimir Shmalij.
Esta publicación del documento pontificio, "que dedica un amplio espacio a la denuncia de las ideologías y sus falsas esperanzas, que constituyen la destructiva experiencia vivida en Rusia", representa "una ocasión de encuentro y diálogo entre la Iglesia católica y la ortodoxa", indicó la Asociación Rusia Cristiana en un comunicado.
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El evento se realizó en La Biblioteca del Espíritu, donde trabajan juntos católicos y ortodoxos, impulsando ocasiones de diálogo ecuménico, por medio de encuentros, muestras y publicaciones.
Esta biblioteca fue fundada por la Asociación Rusia Cristiana, el Centro ortodoxo Santos Cirilo y Metodio de Minsk, y Caritas de Moscú; en 1993.
La traducción al ruso de la encíclica del Santo Padre fue hecha por Ediciones Franciscanas y la Nunciatura Apostólica de la Santa Sede en Rusia.