El Papa Benedicto XVI aprobó los decretos que reconocen milagros atribuidos a la intercesión del religioso cubano José Olallo Valdés; el sacerdote italiano Francesco Pianzona; y la beata italiana Gertrude Comensoli. De esta manera quedó libre la vía de beatificación de los dos primeros y la canonización de la religiosa.
Fray Olallo, de la Orden de San Juan de Dios, nació en La Habana el 12 de febrero de 1820 y murió en Camagüey el 7 de marzo de 1889. Asistió a los enfermos por el cólera durante la epidemia de 1835 en Camagüey y se convertirá así en el segundo beato cubano después de que José López Piteira fuese beatificado el año pasado junto a 497 mártires, que fueron asesinados durante la Guerra Civil en España.
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El P. Pianzona (1881-1943) fundó la Congregación de las Misioneras de la Inmaculada Reina de la Paz; y la Madre Gertrude fundó el Instituto de las Monjas del Santísimo Sacramento.
El Papa Benedicto XVI también aprobó los decretos que reconocen las virtudes heroicas, primer paso para la beatificación, del sacerdote pasionista Francisco de la Pasión Gondra Muruaga, el monje capuchino Leopoldo de Alpandeire y la joven laica Margarita Amengual Campaner, que fue encontrada abandonada en 1888 en Palma de Mallorca y murió en Costitx en 1919.