El Obispo de Quilmes, Mons. Luis Stöckler, señaló que "hay una ceguera y una oscuridad, que es peor que el defecto físico del no vidente" pues hay "personas que tienen la vista sana; miran, y sin embargo no descubren la presencia de Dios".
"El príncipe de las tinieblas, para confundirnos, muchas veces suele vestirse como ángel de luz" y trata por todos los medios "de impedir que nosotros conozcamos y reconozcamos a Jesucristo", presentando según las personas y ambientes "sus propuestas para desviarnos", aseguró el Prelado en una reciente reflexión.
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Asimismo, recordó que "nuestra lucha no es contra enemigos de carne y sangre, sino contra los Principados y Potestades, contra los Soberanos de este mundo de tinieblas".
Mons. Stöckler advirtió que el demonio "tratará de convencer de estar en su derecho de elegir libremente lo que le plazca" al "que ha caído en la concupiscencia de la carne, del dinero o del prestigio" y a "los que buscan los valores espirituales" los "seduce con la suficiencia humana y sugiere un proyecto social que no necesita de muletas religiosas".
También atacará a "los que dan la prioridad a la paz entre los pueblos y las culturas" proponiéndoles "buscar un denominador común y dejar de lado lo que es diferente; porque no habría una verdad absoluta, sino solamente creencias; la fe en Jesucristo sería una entre muchas", agregó el Obispo de Quilmes.
En otro momento, señaló que "el Evangelio nos muestra que hay personas que tienen la vista sana; miran, y sin embargo no descubren la presencia de Dios, aun cuando está haciendo prodigios asombrosos delante de ellos. Mientras el que tiene fe, aunque le había faltado la vista, descubre la cercanía del Mesías y se postra ante el Hijo del hombre".
"Urge no solamente a no participar en las cosas vergonzosas que la gente hace ocultamente, sino ponerlas en evidencia", teniendo "la postura clara de los que viven como hijos de la luz" y aceptando sus consecuencias, aunque "quedemos marginados como el ciego que fue expulsado de la sinagoga", aseguró Mons. Stöckler.
Hay que "asumir con serenidad tales consecuencias, el testimonio siempre ayuda a los otros a descubrir la esterilidad de las obras de las tinieblas; para que a tiempo se ponga de manifiesto lo que habían ocultado, y Cristo, la luz del mundo, los ilumine", concluyó el Prelado.