La India tendrá su primera santa el 12 de octubre cuando el Papa Benedicto XVI canonice a la beata Alfonsa de la Inmaculada Concepción, a quien se le atribuye haber intercedido en la curación milagrosa de un niño.
"Un niño tenía una pierna inerte a causa de la explosión de una bomba y Alfonsa lo curó. El examen de los doctores lo confirmó", afirmó el P. Antony, de la Iglesia Sirio-Malabar. El sacerdote expresó la alegría de la Iglesia local, al señalar que se trata de "la primera santa de la India".
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Su vida
Alfonsa, cuyo nombre original fue Ana Muttathupadam, nació el 19 de agosto de 1910 en Kudamaloor (Kerala, India). Su madre murió cuando tenía solo tres meses de edad y fue educada en el seno de una familia católica de rito siro-malabar.
A los 18 años ingresó al convento de las Franciscanas Clarisas y recibió el nombre de Alfonsa de la Inmaculada. Su vida religiosa estuvo marcada por graves enfermedades que le impidieron ejercer labores apostólicas. Ella ofrecía todo su sufrimiento por la conversión de los pecadores.
En su último año de vida, un tumor maligno se extendió por todo su organismo causándole severos dolores. Murió el 28 de julio de 1946. Tenía 36 años de edad. Fue beatificada por el Papa Juan Pablo II en 1986 y será canonizada el 12 de octubre de 2008.
Alfonsa tenía como lema "consumarse como un fuego para iluminar a los demás". Su profunda vida espiritual conmovía aún a los no creyentes.
Alfonsa no hizo extraordinarias acciones humanas, pero su mensaje es fácilmente comprensible en la India, un país marcado por el dolor. Gandhi proclamaba el valor del sufrimiento; pero sor Alfonsa le imprimió la luz sobrenatural del Evangelio.
La primera santa de la India es querida por católicos, brahmanes y mahometanos, que con frecuencia visitan su tumba e invocan su intercesión.