La causa de beatificación del Cardenal Eduardo Pironio, fallecido en 1998, podría dar un nuevo paso si se comprueba la curación milagrosa de un niño que a los 15 meses de nacido se intoxicó con purpurina.
La vicepostuladora de la causa, Beatriz Buzzetti Thomson, es la responsable de investigar la curación completa del niño, cuya identidad se mantiene en reserva, y hoy tiene dos años y medio.
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Según informó la prensa local, tras el accidente, los padres del niño recurrieron a la oración que se encontraba al reverso de una estampa del Cardenal, que recibieron de regalo. El niño mejoró y fue dado de alta sin ninguna secuela a pesar que los médicos les advirtieron que si sobrevivía, el niño presentaría graves daños renales y hepáticas.
La oración dedicada al fallecido Purpurado fue aprobada por la Conferencia Episcopal Argentina y reza así:
Oh Dios, Padre nuestro, que has llamado a tu Siervo Eduardo Francisco Pironio a servir a tu Iglesia como sacerdote y obispo, confortado por la materna solicitud de la Virgen María y lo has hecho alegre anunciador de la esperanza y de la cruz, concédenos que, siguiendo su ejemplo, podamos proclamar y testimoniar nuestra fe con un corazón misericordioso y acogedor y, por su intercesión, danos la gracia que confiadamente te pedimos.
Por Cristo nuestro Señor. Amén.
Su vida
Eduardo Francisco Pironio nació en Nueve de Julio, provincia de Buenos Aires, el 3 de diciembre de 1920. Fue el vigésimo segundo hijo de un matrimonio de inmigrantes italianos, Giuseppe Pironio y Enrica Buttazzoni.
A los 18 años ingresó al seminario de La Plata. Tras su ordenación sacerdotal se desempeñó como docente en el seminario de Mercedes. Luego realizó estudios teológicos en Europa, fue rector del Seminario Metropolitano de la Arquidiócesis de Buenos Aires entre 1960 y 1963. En ese último año, fue nombrado decano de la Facultad de Teología de la Universidad Católica Argentina.
Fue nombrado Obispo Auxiliar de la Plata en 1964, luego se hizo cargo de la diócesis de Avellaneda. En 1972, fue designado Obispo de Mar del Plata y trabajó como secretario y presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM).
Fue creado cardenal por el Papa Pablo VI en 1976. Durante la última etapa del gobierno de María Estela Martínez de Perón y la dictadura militar iniciada en 1976 recibió amenazas de muerte.
Antes del golpe de Estado de 1976, el gobierno constitucional le había ofrecido proveerle custodia personal, pero el Cardenal Pironio la rechazó. "No puedo aceptar eso. Primero porque confío en la protección de Dios. Segundo, porque considero inaceptable que un obispo desarrolle su labor rodeado de guardaespaldas. En tercer lugar porque pueden atentar y no sólo matarme a mí, sino matar a un custodio; y su vida vale tanto como la mía", afirmó entonces.
Participó en los cónclaves que eligieron a Juan Pablo I y Juan Pablo II. Éste último lo designó presidente del Pontificio Consejo para los Laicos en 1984, cargo que ocupó hasta 1996 y en el cual fue uno de los artífices de las Jornadas Mundiales de la Juventud; también fue Prefecto de la Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica.
Falleció en Roma el 5 de febrero de 1998 a causa de un cáncer óseo. Sus restos descansan en el Santuario de Nuestra Señora de Luján.
Su proceso de beatificación comenzó el 23 de junio de 2006.