El Papa Benedicto XVI dirigió un mensaje al Rector Mayor de los Salesianos, Don Pascual Chávez Villanueva, y los participantes del 26º Capítulo General de la Congregación, que comienza hoy en Roma, en el que asegura que “la adquisición de una profunda mística y de una sólida ascética” permite superar “la dispersión del activismo”.

“Es necesario superar la dispersión del activismo y cultivar la unidad de la vida espiritual a través de la adquisición de una profunda mística y de una sólida ascética. Esto alimenta el compromiso apostólico y es garantía de eficacia pastoral. En esto debe consistir el camino de santidad de cada salesiano, y en esto debe concentrarse la formación de las nuevas vocaciones a la vida consagrada salesiana”, indica el Pontífice.

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En el mensaje, fechado el 1 de marzo, el Santo Padre se refiere al tema elegido para este capítulo general: "Da mihi animas, cetera tolle" (Dame almas, quita todo lo demás), como "el mismo programa de vida espiritual y apostólica que hizo propio don Bosco".

“Es muy importante  que cada salesiano se inspire continuamente en don Bosco: lo conozca, lo estudie, lo ame, lo imite, lo invoque, haga propia su misma pasión apostólica, que mana del corazón de Cristo”, agrega y explica que "la evangelización debe ser la frontera principal y prioritaria de la actual misión" salesiana.

"En los lugares en los que conviven varias religiones y en aquellos secularizados es necesario hallar vías inéditas para hacer conocer, especialmente a los jóvenes, la figura de Jesús, de modo que perciban su fascinación perenne", sostiene.

Asimismo, pide “ayudar a los jóvenes a valorizar los recursos que llevan dentro como dinamismo y deseo positivo; ponerles en contacto con propuestas ricas de humanidad y de valores evangélicos; estimularles a que participen activamente en la sociedad por medio del trabajo, la colaboración y el compromiso por el bien común".

También agradece a la Congregación "por el trabajo de investigación y de formación que desarrolla en la Pontificia Universidad Salesiana". Refiriéndose a la "emergencia educativa" existente en muchas partes del mundo, escribe: "La Iglesia tiene necesidad de la contribución de expertos que profundicen en la metodología de los procesos pedagógicos y formativos, la evangelización de los jóvenes, su educación moral, elaborando juntos respuestas a los desafíos de la postmodernidad, de la interculturalidad y de la comunicación social y al mismo tiempo, tratando de ayudar a las familias".

En este sentido, el Papa afirma que "la educación constituye uno de los puntos centrales de la cuestión antropológica actual" y expresa la certeza de que la Pontificia Universidad Salesiana "ofrecerá una preciosa contribución para tratar de solucionarla".

Al final del mensaje, el Santo Padre recuerda que en 2015 se conmemora el bicentenario del nacimiento de don Bosco y pide que este aniversario estimule a los salesianos "a ser cada vez más "signos creíbles del amor de Dios a los jóvenes" y a hacer que los jóvenes sean realmente la esperanza de la Iglesia y de la sociedad".