El Obispo de Sigüenza-Guadalajara (España), Mons. José Sánchez, dará a conocer esta semana una carta pastoral en la que advierte que la agitación antirreligiosa lanzada desde el poder puede resultar explosiva para el país.
En la carta, que se leerá en las parroquias de la diócesis el próximo domingo 24, el Prelado advierte que "no es bueno que la cuestión religiosa sea materia de confrontación en una campaña electoral"; y señala que es momento de evitar "no ya sólo el odio, sino también la burla, la descalificación, la falta de respeto, la infravaloración de la religión y de sus símbolos, de sus ritos, de sus fieles y de sus autoridades".
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Mons. Sánchez recordó que "la agitación de la cuestión religiosa por parte del poder suele traer fatales consecuencias para la seguridad, incluso para la integridad física de personas y bienes, para el equilibrio de una sociedad y para la paz. Y el desprestigio de las autoridades religiosas suele repercutir en el desprestigio de la autoridad en general".
La campaña electoral, agrega, debe regirse "como toda actividad humana" por unas normas y principios de naturaleza "jurídica, ética y moral" que "garantice los derechos de todos por encima de intereses egoístas, de partido o de grupo".
El Obispo también reclama el respeto al principio de la justicia que "obliga a los candidatos a evitar toda ofensa personal" y a "mantener siempre el bien común por encima de los intereses personales y de partido".
El Obispo de Sigüenza-Guadalajara recuerda que "desde que Herodes mandó decapitar a Juan el Bautista, para satisfacer la petición de una bailarina, tenemos claro, si antes no lo estaba ya, que hay promesas que no se pueden hacer, y, si se hacen, no hay obligación de cumplirlas, cueste lo que cueste".
"Todos coincidimos en que el respeto a los demás es un buen principio en una campaña electoral y siempre, y así lo pedimos y exigimos. Pero perdería toda autoridad quien pidiera a los demás el respeto que él no les tuviera", afirma también.
El Prelado concluye su carta pidiendo a los candidatos ser para sus conciudadanos "un ejemplo de respeto, de educación y de buenas maneras en el trato con sus adversarios políticos, con las personas diferentes y con los que piensen de distinto modo".