El Obispo de San Isidro (Argentina), Mons. Jorge Casaretto, advirtió que en la sociedad "hay situaciones profundamente deshumanizantes que crecen aceleradamente" sin "reconocer límites y sin que el Estado y la sociedad civil las enfrenten con acciones y medidas eficaces".
Algunas de estas "presencias fuertemente deshumanizantes que se han instalado en la vida de la sociedad" y "que cuentan con cierto consentimiento o aceptación social y con estructuras difíciles de modificar" son "la cultura del alcohol, la del juego y la de la droga", indicó el Prelado en un artículo publicado en el diario la Nación.
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Tras asegurar que "se confunde a la sociedad aumentando la difusión y proliferación del exceso y, por lo tanto, la facilitación del vicio", Mons. Casaretto denunció que "el poder económico de los grandes empresarios del juego y sus alianzas con los poderes políticos son enormes. La compra de voluntades y de apoyos no reconoce límites".
Asimismo, el Obispo de San Isidro señaló que "los bingos, difundidos como inocentes salones de encuentro familiar, unidos al fabuloso negocio de los tragamonedas" se han convertido en "destructores de vidas y ruina de una enorme cantidad de familias".
"Muchas veces, funcionarios honestos han tenido que soportar presiones desde diversos estratos del poder para votar leyes o autorizar concesiones que faciliten, en última instancia, el enriquecimiento desmedido de unos pocos a costa de la ruina y la degradación de muchos", afirmó el Prelado.
Ante esta problemática una solución es la educación, indicó Mons. Casaretto pues "desde siempre la tarea educativa ha consistido en transmitir ideas y conocimientos y, a la vez, generar hábitos de vida", en "una palabra: educar es humanizar", aseveró.