En una carta Pastoral publicada con ocasión del Día del Seminario 2008, el Arzobispo de Sevilla, Cardenal Carlos Amigo Vallejo, señaló que toda la comunidad eclesial debe "ayudar" a Dios para que los jóvenes llamados al sacerdocio respondan a su vocación.
"Cuando hablamos del Seminario –escribe el Cardenal-, no debemos identificarlo solamente con el lugar donde se forman los seminaristas, sino que es algo propio de todos, que nos incumbe y que siempre tenemos que considerar como una tarea personal".
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El Arzobispo explica que la promoción de nuevos candidatos que se preparen para ser sacerdotes, "también nos responsabiliza a cada uno. Hay que 'ayudar' a Dios para que su llamada tenga respuesta en el corazón de los hombres".
Por eso, para emprender una "entusiasmada y eficaz campaña vocacional", es necesario comenzar por "hablarle a Dios y decirle cuánta necesidad de sacerdotes tiene su Iglesia. Pedirle, y confiar que su ayuda no nos ha de faltar", señala.
"Después, hablar de Dios a la familia y a los jóvenes, y decirles lo que el Señor quiere y lo que la Iglesia necesita: sacerdotes que sirvan a la comunidad, que haya jóvenes que se presten a ser esos servidores", agrega.
El Cardenal Amigo recuerda que "el Señor sigue poniendo en el corazón de los jóvenes el deseo de servir a Jesucristo y a su Iglesia"; pero "esa propuesta vocacional se encuentra con el parapeto del miedo a tomar una decisión generosa y valiente, y a emprender el camino para ser sacerdote".
Para ello propone: "Acerquemos los jóvenes a Cristo, pongámosles a su lado, hagámosles ver el rostro del Señor. Lo demás vendrá por añadidura".
"En la familia es donde, con el apoyo de los padres, se puede escuchar mejor la llamada vocacional al sacerdocio. La familia es escuela de los más grandes ideales. También el de la vocación al sacerdocio. Que los padres recuerden a los hijos, si Jesús les llama, que no tengan miedo", agrega.
"Esperamos vuestra ayuda para el sostenimiento de nuestro Seminario, pero, sobre todo, la oración de súplica al Señor, Padre y Pastor de nuestra Iglesia para que nos conceda las vocaciones que necesitamos", concluye el Arzobispo de Sevilla.