El Arzobispo de París, Cardenal Andre Vingt-Trois expresó su apoyo a la decisión de una corte francesa, que recientemente reconoció el estatuto jurídico del no nacido.
La decisión, que desató la ira de las organizaciones abortistas y feministas de Europa, señala que los embriones de menos de 22 semanas de gestación y un peso inferior a los 500 gramos tienen personería jurídica; y por tanto los padres tienen derecho a darle un nombre y organizar un funeral. La decisión se encuentra ahora en manos de una Corte de Apelaciones.
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"La ley en Francia nunca legalizó el aborto sino que lo despenalizó", dijo el Cardenal francés en una entrevista concedida al diario regional Ouest-France".
"Esperamos que la corte de Apelaciones decida legitimar la inscripción del embrión como miembro de la familia, porque (el no nacido) tiene un estatuto", agregó.
"La posición de la Iglesia –explicó el Arzobispo- es que hay que tratar al embrión como una persona".
El Cardenal Vingt-Trois, que se encuentra en la ciudad de Rennes con otros 60 obispos franceses para discutir sobre la defensa de la vida, recordó que la ley que permitió el aborto en Francia en 1975 "no establece un derecho al aborto", pero pese a ello "hemos visto la creciente cosificación de los embriones desde hace 50 años"
"Es necesario respetar el primer momento de vida así como se hace con el último", concluyó el Cardenal.