El Arzobispo de San Salvador, Mons. Fernando Sáenz Lacalle, señaló que la Iglesia no se opone a la minería, pero sí exige que esta emplee medios que respeten el medio ambiente y la salud de la población.
"No hay por qué rechazar la explotación minera del país, no estamos en contra de la explotación minera y en concreto tampoco de la explotación del oro", expresó el Prelado a la prensa; a la vez que indicó que con lo que se está en desacuerdo es con el uso de "cianuro u otros químicos, que son tremendamente venenosos para el ser humano y el medio ambiente".
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Mons. Sáenz Lacalle recordó que El Salvador es un país pobre que necesita de sus recursos, por lo que indicó que no es justo "que se lleven todo el oro y dejen en el país el tres por ciento de los beneficios".
En ese sentido, llamó a las autoridades que estudian el tema a que "tengan la prudencia necesaria, sabiendo que está en juego la salud de todo el pueblo salvadoreño", así como tener en cuenta qué se va a hacer con los beneficios económicos de la explotación minera.