El Cardenal José Saraiva Martins, Prefecto de la Congregación para la causa de los santos, presentó este lunes en el Vaticano la instrucción "Sanctorum Mater", un documento que explica con precisión el camino que hay que seguir para llevar adelante un proceso de beatificación y canonización.
El Purpurado portugués destacó que el documento no es, como había anticipado la prensa secular, un "endurecimiento" de las condiciones necesarias para proclamar un beato o un santo; sino una "aclaración" de las normas y leyes ya vigentes en la Iglesia para las causas de la beatificación.
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"El documento es para ayudar que estas normas puedan ser aplicadas con una mayor atención y cuidado" por quienes llevan adelante una causa de beatificación, especialmente a nivel diocesano, la primera fase de todo proceso.
Refiriéndose a los motivos de la publicación, el Purpurado explicó que que los veinticinco años transcurridos desde la promulgación por parte de Juan Pablo II de la Constitución Apostólica "Divinus perfectionis Magister" y de las "Normae servandae" de la Congregación para las Causas de los Santos han confirmado "que algunas disposiciones no se han puesto en práctica en algunas diócesis con la debida precisión", de modo que el dicasterio "se ha visto obligado en algunas ocasiones a hacer alguna aclaración o a pedir a las curias diocesanas que corrijan los errores".
En su introducción, el documento explica que se pretende "aclarar las disposiciones de las leyes vigentes en las causas de los Santos, facilitar su aplicación e indicar los modos de su ejecución, tanto en los próximas procesos como en los antiguos".
El texto explica luego con detalle cómo se ha de probar la "fama de santidad" –que debe ser reconocida como tal por un gran número de fieles- así como la "heroicidad de virtudes", es decir, la vivencia de las virtudes cristianas de manera excepcional.
Otros puntos del texto explican detalles sobre el proceso de recolección de documentos y de testimonios necesarios para iniciar una causa, y se pide evitar preguntas a los testigos con formulaciones "capciosas, engañosas o que sugieran respuestas".
Al respecto, se señalan criterios claros sobre cómo identificar a las personas que pueden ser testigos, así como los que no lo pueden ser, como, por ejemplo, los confesores habituales.
Otro de los puntos recogidos en el documento es el relativo al uso de nuevas tecnologías, que no existían hace 25 años, como el computador.
"Sanctorum Mater" explica al respecto que se puede hacer uso de una grabadora para registrar los testimonios; pero concluida la declaración, ésta deberá ser escuchada nuevamente por el testigo, por si desea corregir, suprimir o aumentar algo; para luego corroborar sus palabras con una firma.
También se admite el uso del computador para recoger las declaraciones o redactar las actas del procedimiento.
En el pasado, todos los testimonios eran recogidos por escrito, a mano o en máquina de escribir, y debían ser archivados físicamente. Hoy en día es posible conservar copias digitales; aunque todo testimonio debe llevar la firma del declarante.