Un grupo de organizaciones pro-vida encabezadas por el Centro de Promoción Familiar "CEPROFARENA", han convocado en el Perú a 40 días de oración y ayuno por la Vida, del 14 de febrero al 24 de marzo de 2008.
La iniciativa se remonta a una idea surgida el 2004 en el Estado norteamericano de Texas, donde un grupo pro-vida local lanzó la iniciativa de "40 días por la vida" para reducir el número de abortos.
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"Ese primer año –dicen los organizadores del evento en Perú- participaron alrededor de 1000 personas y se consiguió como fruto la disminución de un 28% en la tasa de abortos en ese estado. Actualmente ellos se encuentran en el día 8 de su campaña 2008 y son cada vez más estados los que se van sumando a esta iniciativa".
"En el Perú, a Dios gracias –dice la convocatoria-, aún no está permitido el aborto, sin embargo, al igual en que en diversos países de Latinoamérica, se está viendo cada vez con más frecuencia diversos intentos por lograr su despenalización e imposición como parte de los 'derechos sexuales y reproductivos'".
El compromiso de quienes desean sumarse a la iniciativa es que durante 40 días (del 14 de febrero al 24 de marzo) se rece diariamente la Oración por la Vida de Juan Pablo II. "Adicionalmente, se puede hacer una vez a la semana, preferentemente el viernes, ayuno ofrecido porque en nuestro país se respete siempre la vida haciendo tuya las intenciones de la Oración por la Vida".
La jornada concluirá en vísperas del 25 de marzo, establecida oficialmente en el Perú como el Día del Niño por Nacer.
Para información sobre cómo participar: www.travesiaporlavida.blogspot.com
Los inscritos, recibirán durante los siguientes 40 días un mensaje diario con comentarios sobre el avance de la campaña
Oración por la Vida de Juan Pablo II
Oh María,
aurora del mundo nuevo,
Madre de todos los vivientes,
a Ti confiamos la causa de la vida:
mira Madre el número inmenso
de niños a quienes se impide nacer,
de pobres a quienes se hace difícil vivir,
de hombres y mujeres víctimas
de violencia inhumana,
de ancianos y enfermos muertos
a causa de la indiferencia o
de una presunta piedad.
Haz que quienes creen en tu hijo
sepan anunciar con firmeza y amor
a los hombres de nuestro tiempo
el Evangelio de la vida.
Alcánzales la gracia de acogerlo
como don siempre nuevo,
la alegría de celebrarlo con gratitud
durante toda su existencia
y la valentía de testimoniarlo
con solícita constancia, para construir,
junto con todos los hombres de buena voluntad,
la civilización de la verdad y del amor,
para alabanza y gloria de Dios Creador
y amante de la vida. Amén.