El Obispo de Piazza Armerina, Mons. Michele Pennisi, rechazó ser escoltado por la policía siciliana y aseguró que no tiene miedo a la mafia de la zona, a pesar de las amenazas recibidas por no autorizar un funeral público para uno de los más sanguinarios jefes de la Cosa Nostra.
En diciembre pasado, la policía siciliana mató durante una redada a Daniele Emmanuelo, uno de los principales jefes de la mafia local. "Era uno de los jefes más sanguinarios. Sus hermanos siguen en la cárcel y en sus años de fugitivo ha dejado tras de si una larga lista de homicidios", explicó el Obispo al diario Avvenire y agregó que un funeral público "habría sido como una exaltación" del jefe mafioso.
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"Para mí es un deber luchar contra la mafia, no me dan miedo y no les apoyaré nunca", indicó y precisó que "no se puede ser cristiano y mafioso".
El Obispo señaló que no es la primera vez que recibe amenazas de la mafia. En el pasado recibió "advertencias" cuando asignó a asociaciones católicas de trabajadores y comunidades de ex toxicómanos algunos terrenos confiscados a la mafia.
Mons. Pennisi ha prometido seguir en su empeño para la "educación moral y el respeto de la legalidad, con el objetivo de prevenir estos tristes fenómenos".
A pesar que no ha aceptado una escolta policial, desde esta semana un grupo de policías vigila los lugares donde reside y labora el Prelado luego que aparecieran nuevos panfletos con insultos y amenazas contra el Obispo.
Mons. Pennisi ha recordado el "espléndido testimonio" del sacerdote Pino Puglisi, que laboraba en el barrio de Brancaccio de Palermo, capital de Sicilia, y fue asesinado por la mafia el 15 de septiembre de 1993.