El Arzobispo de Westminster y Presidente de la Conferencia de Obispos católicos de Inglaterra y Gales, Cardenal Corman Murphy O'Connor, discrepó con la propuesta presentada recientemente por el primado anglicano –la religión nominalmente mayoritaria en el país- Rowan Williams, que favorece la introducción de la ley islámica en el Reino Unido.
En una entrevista concedida este domingo al diario “The Daily Telegraph”, el Cardenal Murphy O'Connor señaló que la propuesta de Williams, quien propuso que algunos aspectos de la "sharia" islámica fuesen incorporados al ordenamiento jurídico británico, “es poner en riesgo la base jurídica de la nación”.
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El espiritual de los 4,5 millones de católicos de Inglaterra y Gales, señaló que no cree “en una sociedad multicultural”, pues “cuando la gente viene a este país, tiene que obedecer las leyes del lugar”.
Por otro lado “hay aspectos de la sharia que ciertamente no querríamos en este país. Las leyes de este país no permiten los matrimonios forzosos ni la poligamia. Me parece que un país y un gobierno tienen derecho a asegurarse de que esas leyes son respetadas”, explicó el Cardenal.
El Arzobispo de Westminster señaló además que la propuesta de Rowan Williams abre la puerta a un tratamiento legal diferenciado entre los habitantes del Reino Unido; y “esto sólo puede conducir a una mayor división social”.
“Naturalmente, podemos mantener una variedad de tradiciones, pero cuando entras en este país, hay valores comunes que son parte de su herencia, y que deberían ser abrazados por todo el mundo”, subraya.
El Cardenal señaló que comprende los problemas de integración de los musulmanes en Gran Bretaña, dada su experiencia personal como uno de los seis hijos de una familia de inmigrantes irlandeses católicos.
Cuando era joven, explica, los inmigrantes irlandeses “no se sentían aceptados en la vida social del país”, y por esa razón defiende que los musulmanes deben sentirse libres para expresar sus convicciones religiosas, “pero no a expensas de la unidad nacional británica”. “Variedad dentro de la unidad”, señaló.
El Cardenal explicó además que aunque la práctica religiosa cristiana haya disminuido, “el cristianismo sigue siendo parte fundamental del tejido moral británico, al haber aportado valores que son el cimiento de este país, como la democracia, la dignidad de la persona, la preocupación por el pobre y la justicia”, concluyó.