El Papa Benedicto XVI recordó durante la oración dominical del Ángelus, que la Cuaresma debe ser para los cristianos un tiempo de "combate espiritual" contra el mal, acompañado de la presencia y el llamamiento de la Virgen de Lourdes.
Tras preguntar qué significa ingresar a la Cuaresma, el Santo Padre respondió que "significa iniciar un tiempo de particular compromiso en el combate espiritual que nos opone al mal presente en el mundo, en cada uno de nosotros y alrededor de nosotros. Quiere decir mirar al mal en la cara y disponerse a luchar contra sus efectos, sobre todo contra las causas, hasta la causa última, que es Satanás. Significa no descargar los problemas del mal sobre los otros, sobre la sociedad o sobre Dios, sino reconocer las propias responsabilidades y asumirlas concientemente".
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Benedicto XVI explicó que en esto consiste "cargar la cruz", que "por más pesada que sea, no es sinónimo de una desgracia que hay que evitar lo más posible, sino una oportunidad para ponerse a seguir a Jesús y así adquirir fuerza en la lucha contra el pecado y el mal".
El Papa explicó que entrar en la Cuaresma significa "renovar la decisión personal y comunitaria de enfrentar el mal junto con Cristo. El camino de la Cruz es por tanto el único que conduce a la victoria del amor sobre el odio, del compartir sobre el egoísmo, de la paz sobre la violencia".
"La Cuaresma es verdaderamente una ocasión de fuerte compromiso ascético y espiritual fundado en la gracia de Cristo", agregó.
El Pontífice recordó luego que la Cuaresma coincide este año con el 150° aniversario de las apariciones de Lourdes, donde la Madre se reveló a Santa Bernardette Soubirous como "La Inmaculada Concepción".
"El mensaje que la Madre sigue difundiendo en Lourdes nos recuerda las palabras que Jesús pronunció precisamente al inicio de su misión pública y que escuchamos más frecuentemente en estos días de Cuaresma: 'Conviértanse y crean en el Evangelio', oren y hagan penitencia".
"Acojamos la invitación de Maria que hacen eco a la de Cristo y pidámosle el ingresar con fe en la Cuaresma, para vivir este tiempo de gracia con gozo interior y compromiso generoso," dijo el Papa.