El Cardenal Miguel Obando y Bravo, Arzobispo Emérito de Managua, recordó que si se aprueba una Ley de Amnistía que permitiría salir de la cárcel a muchos imputados de diversos delitos, ésta no implica el perdón de los pecados cometidos.
Haciendo referencia a la Ley de Amnistía promovida por un partido político, el Purpurado recordó que cualquier probable beneficiario de la misma, "si está en gracia de Dios, quedará en gracia, pero si está en pecado y no se arrepiente y hay amnistía, siempre queda en pecado, y necesita pedir perdón al Señor para convertirse".
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El Cardenal aseguró que Dios ama a todos, no odia al pecador, más bien cierra los ojos para no ver la falta del pecador, para darle tiempo para que se arrepienta. Pero en relación con las fallas del hombre, dijo que "unos podrán tener pecados muy grandes como un tiburón y otros pequeños como una sardina".
"Todos debemos buscar arrepentirnos en esta Cuaresma, y buscar un momento oportuno para orar. Si lo hiciéramos, tal vez nos reconciliaríamos más fácilmente. Si no hay oración, nos cuesta la reconciliación. Y hay que trabajar por el bien del pueblo y hay que unir fuerza buscando el bien común", agregó.
Preguntado sobre cómo deberían vivir la Cuaresma los políticos, el Cardenal Obando señaló que es una buena oportunidad para reflexionar sobre "el pasaje bíblico que provocó un arrepentimiento completo de Agustín de Hipona: Romanos 13:12, en que entre otras cosas se manda a desechar las obras de las tinieblas y andar como de día, honestamente y no en glotonerías y borracheras".
"La Cuaresma –prosiguió– supone la penitencia, pero lo que Dios quiere no es que te rasgues las vestiduras, sino que compartas el pan con el hambriento". "El Señor quiere que se hagan las cosas sin alarde, no con trompeta, como algunos que daban limosnas y avisaban para que les vieran", concluyó.