El Arzobispo de México, Cardenal Norberto Rivera Carrera, recordó que la violencia y el odio siempre llevan a la destrucción, y reafirmó el deseo de los mexicanos de recibir propuestas que les ayuden a progresar, y no enfrentamientos inútiles o protagonismos pasajeros.
Tras señalar que las luchas impulsadas por Cristo "no son contra alguien, sino en favor de los más pobres y excluidos de este mundo", el Purpurado indicó que "es claro que en nuestros días el pueblo mexicano espera propuestas de progreso y no enfrentamientos inútiles; proyectos incluyentes y participativos, y no protagonismos pasajeros; programas productivos y creadores de riqueza, y no el reparto de amargura y desesperanza".
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En su homilía dominical, el Arzobispo también llamó a la paz y la reconciliación; y recordó que a lo largo de su vida, Jesús rechazó la violencia.
"Rechazó la violencia institucionalizada, la violencia de aquellos que humillan y explotan a los demás, la violencia de aquellos que dan sentencias injustas, la violencia de aquellos que imponen cargas que ellos mismos no pueden soportar, de aquellos que difaman y destrozan la vida de los demás, de aquellos que matan al inocente por agradar a los invitados y a la bailarina", señaló.
En ese sentido, dijo que el pasaje en el que arroja a los vendedores del templo y sus fuertes sentencias contra los escribas y fariseos hipócritas, se explica en que "Jesús con su pacifismo, jamás pretendió inculcar en el corazón del hombre la pasividad y la resignación humillante ante las injusticias".
"El pacifismo de Jesús jamás se podrá invocar para defender los atropellos contra la dignidad humana o para justificar el inmovilismo que impide el progreso y el desarrollo de los pueblos, ya que si alguna palabra es clave en los evangelios, esa es ‘la conversión’, que invita al cambio, a la transformación, a la renovación de las personas y de la comunidad", expresó.
Por otro lado, el Cardenal Rivera se refirió al asesinato de Rubén Ibarra Orozos, de 14 años y estudiante del Colegio de Infantes de la Catedral; asesinado cuando se dirigía de su casa a la iglesia. El Arzobispo señaló que la violencia siempre llevará a la destrucción, mientras que el amor y la paz son caminos de cambios reales e irreversibles.