Esta mañana en la Oficina de Prensa de la Santa Sede fue presentado el Primer Congreso Mundial de la Divina Misericordia, que se realizará en Roma del 2 al 6 de abril de 2008 y que coincidirá con el aniversario de la partida a la Casa del Padre del Siervo de Dios Juan Pablo II.
En el acto intervinieron el Cardenal Christoph Schönborn, O.P., Arzobispo de Viena (Austria); el P. Patrice Chocholski, Presidente y Coordinador General del Congreso respectivamente, y Mons. Mauro Parmeggiani, Secretario General del Vicariato de Roma.
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En su intervención, el Cardenal Schönborn señaló "el congreso de Roma tendrá que mostrar claramente que la misericordia es el núcleo central del mensaje cristiano; este mensaje que promueve la paz en el mundo, entre los pueblos y las religiones, ayuda a descubrir el verdadero rostro de Dios, además del verdadero rostro del ser humano y de la Iglesia".
Tras señalar que para muchos creyentes es "un signo especial que Juan Pablo II muriera la víspera del domingo de la Misericordia, festividad que él mismo instituyó durante el año santo 2000", el Purpurado recordó que durante los años de vida de Santa Faustina Kowalska el mensaje de la misericordia divina fue "una ayuda especial y una fuente inagotable de esperanza para todo el pueblo polaco".
El mensaje de Juan Pablo II y de Faustina Kowalska no es un principio abstracto, sino que tiene un nombre y un rostro: Jesús, afirmó el Arzobispo de Viena y agregó que "ese mensaje es hoy más necesario que nunca".
"Mirar a Cristo, esa es la herencia de Juan Pablo II, ese fue el lema de la visita de Benedicto XVI a Austria y será también el núcleo del Congreso Mundial de la Misericordia", acotó.