Durante la ordenación del nuevo Obispo Auxiliar de Madrid, Mons. Juan Antonio Martínez Camino, el Cardenal Antonio María Rouco Varela, señaló hoy que el abandono de Dios es el origen de la "soledad radical" que genera las crisis de matrimonios y familias.
Durante su homilía en la Misa de consagración, el Purpurado madrileño aseguró que "la sentencia de que ‘Dios ha muerto’ ha dejado en la sociedad contemporánea rastros inequívocos, entre otros, el de la soledad de las personas".
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"No hay poder humano que pueda llenar el vacío de Dios en la conciencia de las personas y consiguientemente, tampoco, en el corazón y el interior de la sociedad", agregó el Arzobispo.
"Esta soledad radical es el mal típico de la sociedad de nuestro tiempo, y está en la raíz de las crisis y rupturas matrimoniales y familiares", dijo el Cardenal, al señalar que "solo Dios puede curar esa soledad".
Frente a esta situación, en la que "vendrán tiempos en que la gente no soportará la doctrina sana", el Cardenal Rouco señaló que "la misión del Obispo es la de proclamar a Dios insistiendo a tiempo y destiempo, reprendiendo, reprochando y exhortando con toda paciencia", en referencia a la conocida cita de San Pablo.
"Solo siendo testigos de Jesucristo –prosiguió el Cardenal madrileño– veraces y auténticos, enfrentando el debate de las ideas y la configuración justa, solidaria y humana de la sociedad lúcida y generosamente, con el servicio apostólico de la palabra de la verdad y una vida humilde de amor a los hermanos, podrá el obispo contribuir eficazmente a que toda la comunidad de los fieles sea ‘la sal de la tierra’ y ‘la luz del mundo’".
"Solo así volverá a florecer la esperanza", señaló.