El Arzobispo de La Plata, Mons. Héctor Aguer, exhortó a los feligreses a "registrar la fecha de nuestro propio bautismo y conmemorar, como una fiesta personal, el aniversario, para dar gracias a Dios por habernos hecho cristianos, hijos suyos, miembros de su Iglesia".
En una reciente homilía, el Prelado señaló que "hemos de valorar cada día más el don recibido en el bautismo, por el cual como hijos adoptivos nos asimilamos a la filiación del Hijo Unigénito, y convertidos en templos del Espíritu Santo podemos vivir en la alabanza del Padre y confiarnos a su amor providente, procurando complacerlo en todo".
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Tras considerar que "el efecto personalísimo del bautismo en cada uno de nosotros es correlativo, recíproco, al efecto eclesial: el bautismo nos incorpora al Cuerpo de Cristo que es la Iglesia", el Arzobispo de La Plata aseguró que "no estamos solos, no somos cristianos aisladamente, sino como miembros los unos de los otros en la realidad misteriosa de la Iglesia".
Asimismo recordó que "nuestro pueblo conserva aún, en su gran mayoría, un notable aprecio por el bautismo de los niños; es éste un tesoro que procede de la primera evangelización, es un resto feliz de la cultura cristiana". Pero hay que tener presente que el secularismo ha creado "los errores que circulan acerca de la libertad religiosa y con el debilitamiento de una auténtica conciencia bautismal", advirtió Mons. Aguer.
Por eso numerosos padres de familia "bautizan a sus hijos movidos por una suerte de atavismo cultural, o por una difusa religiosidad, o por una fe sincera pero no catequizada", indicó el Prelado.
"Los pastores de la Iglesia debemos afrontar con prudencia y firmeza estos problemas pastorales para procurarles solución, porque de esa solución puede depender, en buena medida, el futuro religioso de la Argentina", aseveró Mons. Aguer.