El Obispo de Córdoba, Mons. Juan José Asenjo, afirmó que "la fe sencilla y fervorosa de muchos inmigrantes latinoamericanos, y su apego a los valores auténticos que se están perdiendo entre nosotros, renueva y refresca nuestras parroquias, tal vez demasiado envejecidas y acomodadas".
El Prelado también destacó la gran riqueza y dinamismo que ellos "pueden aportar a nuestras celebraciones litúrgicas, a la catequesis, el apostolado y la acción social", y que ha comprobado en sus visitas a las parroquias.
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Tras explicar que las parroquias deben ser "el primer espacio de acogida y encuentro de los jóvenes inmigrantes católicos con la Iglesia", el Obispo advirtió que "a menudo, vienen con una escasa formación y corren el riesgo de perder los mejores valores de su cultura, entre ellos los valores religiosos, mientras casi sin darse cuenta van incorporando a su modo de vivir los contravalores de nuestra sociedad hedonista y secularizada".
En su carta con ocasión de la Jornada Mundial de las Migraciones, cuyo lema es "Joven inmigrante, la parroquia sale a tu encuentro", el Obispo invitó a los feligreses a la reflexión y compromiso con el fenómeno de las migraciones. "Tenemos entre nosotros a cuatro millones y medio de personas venidas de otros países, de las que 750 mil han llegado en el año 2007" y "vienen a servir a nuestros ancianos y enfermos y a incrementar nuestro bienestar, desempeñando tareas que nosotros rehusamos", añadió.
El Prelado recordó a los católicos que aquellos inmigrantes de otras confesiones cristianas e, incluso, de religiones no cristianas "también deben ser acogidos y ayudados por nuestras parroquias y nuestras Caritas en sus necesidades fundamentales, evitando cualquier tipo de discriminación y de proselitismo injustificable".