La Comisión Episcopal de Pastoral Social de la Conferencia Episcopal Mexicana pidió al Gobierno analizar la posibilidad jurídica y la conveniencia económica de renegociar el apartado agropecuario del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos y Canadá (TLCAN), para que su puesta en vigor no afecte a la mayoría del campesinado que es pobre y que no podría competir con sus pares del norte.

"Estamos conscientes, como ha dicho el mismo Papa en su Encíclica Deus Caritas est, que ‘el orden justo de la sociedad y del Estado es una tarea principal de la política y no de la Iglesia. Pero la Iglesia no puede ni debe quedarse al margen en la lucha por la justicia’", expresaron los obispos.

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Los prelados reconocen que "un signo de los tiempos es la mayor intensidad del comercio internacional y no podemos vivir aislados"; sin embargo, recordaron que las leyes del mercado no pueden estar por encima del derecho de las personas a vivir dignamente.

"En las circunstancias actuales, con los enormes subsidios que los gobiernos del Estados Unidos y Canadá otorgan a sus agricultores, (nuestros campesinos) quedarán en una situación desventajosa, si no se implementan medidas que regulen y compensen las asimetrías de nuestras economías", advirtieron.

Por ello, pidieron a las autoridades federales "proteger con mayor decisión los intereses de los campesinos e indígenas pobres". Indicaron que "existen condiciones jurídicas, económicas y morales para renegociar este capítulo, lo cual es prioritario para el gobierno y para los legisladores".

Sin embargo, advirtieron que ello no es suficiente, pues es necesario también "generar mecanismos de desarrollo que ayuden a los campesinos e indígenas" a competir con sus pares del norte, y así evitar que, como consecuencia de la pobreza, muchos se vean forzados a emigrar a las ciudades u otros países.

"Debemos construir una globalización de equidad y de justicia para la familia humana. Si vivimos en un mundo globalizado, no se pueden restringir las oportunidades sólo al aspecto comercial. Es necesario seguir insistiendo en una política migratoria entre los tres países, que así como han acordado el tránsito de mercancías y la libre inversión, tendrían que procurar mecanismos para una migración ordenada y justa", expresó la comisión episcopal.

El texto completo se encuentra en: http://www.cem.org.mx/prensa/comisiones/2008/enero/CEPS_TLC080114.htm