Un grupo de hombres armados tomaron rehén y luego asesinaron al sacerdote católico Reynaldo Roda, que desempeñaba su ministerio en la remota isla de Tawi-Tawi.
Cerca de diez hombres enmascarados armados ingresaron a la escuela católica en la provincia más austral de Filipinas y tomaron prisioneros al P. Roda y a un profesor. Luego de robar las computadoras del colegio, los atacantes llevaron al sacerdote secuestrado hacia la orilla del mar, donde los esperaba una lancha rápida a cerca de kilómetro y medio de la escuela.
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Los policías que fueron en persecución de los secuestradores escucharon un disparo en el camino y poco después encontraron el cuerpo sin vida del misionero.
Aunque la policía local señala que los asesinos serían delincuentes comunes que querían robar computadoras y pedir rescate por el sacerdote, la Conferencia de Obispos Católicos de las Filipinas culpó al grupo extremista musulmán Abu Sayyaf, relacionado con la red de Al-Qaeda, que había amenazado al sacerdote en repetidas ocasiones.