A un mes de haber asumido la dirección de los Museos Vaticanos, el Director Antonio Paolucci ha señalado que uno de los desafíos que ha asumido es la de mostrar que éstos son "mucho más que la Capilla Sixtina".
En una entrevista publicada por L'Osservatore Romano este domingo, Paolucci señala que una de sus más grandes preocupaciones es que la gran mayoría del público visita solo la famosa Capilla Sixtina de Miguel Ángel e ignora otras grandes obras de arte.
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Paolucci reveló que el Vaticano está considerando seriamente la posibilidad de abrir un nuevo ingreso para facilitar el flujo de los turistas y visitantes a los museos.
"Esto es algo que, sin duda, yo deberé llevar a cabo, pero aún es prematuro decir cómo y dónde" se construirá el nuevo ingreso.
Sin embargo, el nuevo Director señala que "algo que debo mejorar, y que me desagrada particularmente de manera personal, porque es el símbolo de una 'barbarización general' de la edad contemporánea" es la manera como el público ignora la riqueza de las obras de arte recopiladas en los Museos Vaticanos.
"Me refiero al hecho que para el público de los museos solo existe la Sixtina de Miguel Ángel. He descubierto con tristeza que la gran parte, más de dos tercios de la gente que ingresa a los museos ignora incluso a Rafael".
"¿Nos damos cuenta? Rafael, el más grande artista del milenio pasado, para mí incluso más grande que Miguel Ángel, ya no es visitado por mucha gente", agrega Paolucci.
De esta forma, según el especialista, "Miguel Ángel se ha convertido en una atracción fatal que oscurece todo el resto".
Por eso, el Director se ha propuesto "hacer entender que los Museos Vaticanos son, sin duda, Miguel Ángel, pero también mucho más: el Pio Clementino, el Octágono, el Laocoonte, el Apolo de Belvedere, los mosaicos...".
Paolucci admite que "para conocer los Museos Vaticanos se necesitaría más de un mes; pero me gustaría que la gente, al entrar acá percibiese la pluralidad de este 'sistema de museos'".
"La principal fascinación de los Museos vaticanos consiste en ser speculum mundi (espejo del mundo). Ninguna civilización en la historia ha hecho esto, y los Museos Vaticanos están acá para ayudar a comprenderlo", concluye Paolucci.