El Papa Benedicto XVI visitará este viernes 4 de enero a las 11:00 a.m. (hora local) el centro de acogida "Dono di María" creado hace 20 años en Roma por la Beata Teresa de Calcuta y dirigido actualmente por la congregación fundada por ella, las Hermanas de la Caridad.
La superiora de la casa, Sor Mark Poustani, comenta a Radio Vaticano que esperan al Pontífice "con la alegría y la gratitud que significa tener aquí al Santo Padre, en nuestra casa. Es un privilegio tenerlo aquí".
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La hermana Poustani explica que "somos una comunidad de hermanas y la primera actividad es la oración. En este momento somos ocho hermanas. Comenzamos con la oración y a las 08:00 recogemos el fruto de esta oración, es decir el trabajo con los pobres". "Buscamos no solo dar alimento sino también la Palabra a los huéspedes, compartiéndola con ellos todo los días", añade.
Seguidamente, la religiosa señala que la Beata Madre Teresa de Calcuta "ya en 1970 deseaba tener una casa de acogida para los pobres en el corazón de la Iglesia. Era un gran deseo. Y el Santo Padre (Juan Pablo II), cuando visitó nuestra casa en Calcuta en 1986, recogió este deseo. El 'Dono de María' es fruto del encuentro de estos dos deseos, de nuestra madre y el Santo Padre".
Esta casa de acogida, inaugurada el 21 de mayo de 1988 por el recordado Siervo de Dios, Juan Pablo II, se encuentra en la esquina externa de la Plaza del Santo Oficio. Para la visita de Benedicto XVI este viernes, las hermanas han preparado algunas cosas: una foto del entonces Cardenal Ratzinger con la Madre Teresa, una corona del rosario colocada en el cuello de la imagen de la Virgen con el Niño dentro de la casa.
"El Papa viene a su casa que no es solo suya porque estamos en el Vaticano. Él es nuestra cabeza de familia, nuestro padre en la fe. Rezamos siempre con el Papa y por el Papa. Le mostraremos nuestro servicio y le pediremos que lo bendiga. Verá nuestra vida cotidiana. No haremos nada excepcional: cada día damos comida completa a sesenta personas y dos veces a la semana distribuimos la misma cantidad de panes a la personas de la calle. Tenemos también 50 camas pequeñas para personas enfermas y sin hogar", dicen las hermanas.
Desde la muerte de la Madre Teresa, las Hermanas de la Caridad han recibido a 900 hermanas y han abierto casas en 14 nuevos países. Esperan que la próxima sea abierta en China.