El Arzobispo de Manizales, Mons. Fabio Betancur Tirado, instó a los fieles de su jurisdicción a no asistir a celebraciones litúrgicas o Misas organizadas por sacerdotes que por algún motivo se encuentren suspendidos en su ministerio.
En un reciente comunicado dado a conocer por el diario La Patria.com, el Prelado precisa que lo mismo debe hacerse con los presbíteros "que personalmente hayan abandonado el ministerio", pues así "han abandonado de hecho su comunión con la Iglesia Católica, Apostólica y Romana, a la cual el Arzobispo sirve como legítimo sucesor de los Apóstoles, y se han apartado de su disciplina, y por lo tanto han desconocido las normas eclesiales".
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El texto, leído en todas las parroquias de la Arquidiócesis de Manizales, se refiere a los sacerdotes suspendidos Bernardo Pino Ocampo y José Helio López Soto, quienes el pasado 6 de octubre se "incardinaron" en la cismática "iglesia guadalupana", cuyos "sacerdotes pueden estar casados y tener hijos", informa LaPatria.com
En la misiva, el Arzobispo precisa además que entre los sacerdotes mencionados "no todos están en igualdad de condiciones, y que la mayoría están observando las normas canónicas desde su retiro del ejercicio ministerial".
La Patria precisa que los presbíteros, además de los dos ya mencionados son "Carlos Alberto Muñoz Giraldo, ex capellán de la Universidad de Manizales, acusado de estafa; Juan Manuel González Alzate, Jorge Hernán Rivera, Gabriel García, Néstor Iván Mejía Hincapié y José Ómar Franco".
El pasado 2 de diciembre de 2007, en la ordenación sacerdotal de 11 diáconos en Manizales, el Arzobispo los exhortó en su homilía a que "con su palabra y con su vida ayuden a muchas personas a encontrarse con Cristo. Que triste es cuando un hermano nuestro, luego de haber entrelazado sus manos con las del obispo, cultiva el cisma, la no comunión de la Iglesia". "Que ninguno de ustedes vaya a ser causa de cisma, de desintegración en la Iglesia Arquidiocesana", añadió.