El Gobierno colombiano, fundió más de 18 mil armas recogidas por la Iglesia en el país, dejadas por paramilitares en las parroquias.
El acto contó con la presencia del Presidente del Episcopado colombiano y Arzobispo de Tunja, Mons. Luis Augusto Castro Quiroga; y el Secretario General de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza.
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La fundición de las armas, con cuyo metal se crearán Lugo obras de arte, se efectuó en las instalaciones de la Siderúrgica Nacional, en Sogamoso, Boyacá, a unos 200 kilómetros al noreste de Bogotá. Las armas fueron entregadas por 31 671 paramilitares.
La oficina de prensa de la presidencia colombiana informó antes del acto que "como un acto de reconciliación, la fundición estará a cargo de 100 personas, entre desmovilizados y víctimas de la violencia, quienes serán los encargados de depositar el armamento en las calderas para su respectiva destrucción".