El Papa Benedicto XVI condenó el “acto de violencia injustificable” que este miércoles en Líbano causó la muerte del General Francois al Hajj, cristiano maronita de 54 años, y de uno de sus guardaespaldas, así como numerosas personas heridas.

A través de un telegrama firmado por el Secretario de Estado Vaticano, Cardenal Tarcisio Bertone y dirigido al Presidente de la Asamblea de los Patriarcas y Obispos católicos del Líbano, Cardenal Nasrallah Pierre Sfeir, el Santo Padre expresó su pesar por “la enésima prueba que golpeó de nuevo Líbano en estos momentos difíciles y delicados para el futuro del país”.

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En el telegrama que da a conocer hoy la Oficina de Información de la Santa Sede, el Pontífice “confía los difuntos a la misericordia divina” y reza para que sus familiares sean reconfortados y bendecidos “todos aquellos que han sido afectados por este acto de violencia injustificable”.

Finalmente, pide “que Dios dé a los responsables de la vida pública y al pueblo libanés la fuerza interior y el coraje para encontrar más allá de los intereses particulares el camino de la unidad y de la reconciliación para que el país pueda progresar en la paz y en la estabilidad”.

Al Hajj y uno de sus guardaespaldas fallecieron por la explosión de un coche bomba al paso del automóvil en el que se trasladaba en el barrio de Baabda, al este de la capital libanesa.