El Rector del Colegio Venezolano en el Vaticano, P. Pedro Freites, afirmó que la situación de violencia, violación de derechos humanos y ataques verbales a autoridades eclesiales por parte del Gobierno de Hugo Chávez, son conocidos por la Secretaría de Estado del Vaticano, donde tienen conciencia de la repercusión que ésta tiene para la paz del país.
"Aquí en Secretaría de Estado del Vaticano tienen clara conciencia del grave peligro de este tipo de actitudes para la paz y la estabilidad de un país", declaró el sacerdote a Unión Radio, e indicó que en ese sentido, persiste "una profunda y triste preocupación" por las amenazas continuas, "los atropellos, la violación de los derechos humanos, el avasallamiento contra la población y de manera muy especial hemos visto con tristeza el lenguaje soez, agresivo y ofensivo".
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En ese sentido, el P. Freites dijo que las amenazas y ataques contra el Arzobispo de Caracas, Cardenal Jorge Urosa Savino, han despertado la solidaridad del Papa Benedicto XVI; expresada de manera tangible en una misiva en la que le manifiesta su cercanía al Purpurado el pasado 9 de diciembre, concretamente por los ataques sufridos el día 7.
El sacerdote también criticó al Gobierno de Chávez por su incapacidad para "darle solución a los problemas más apremiantes y urgentes de los venezolanos", pues "mientras se está tratando de regalar, repartir, distribuir de manera irresponsable en nombre de un proyecto político revolucionario los recursos de los venezolanos", hay inseguridad y escasean los productos de primera necesidad.
Recordó que un gobierno debe "administrar justicia y no fomentar la impunidad"; sin embargo, destacó que tras el referendo del 2 de diciembre, Venezuela ha demostrado que quiere la paz y que se respete la democracia, la Constitución y los derechos humanos.
Por ello, el sacerdote lamentó que el Ministro de Interior y Justicia, Pedro Carreño, diga que no habrá reconciliación posible, "porque pareciera que el camino que están dejando abierto para que se fortalezca es el de la violencia". Advirtió que "una revolución dentro de los regímenes totalitarios se alimenta de esa inestabilidad permanente de la mentira porque viven bajo un engaño constante".
"A nivel internacional estamos haciendo el ridículo porque estamos viendo un país en el que crece la pobreza mientras un régimen va por todo el mundo viviendo como faraones dando la idea de que somos ricos y poderoso. Mientras, no hay la forma de comerse el petróleo porque no hay leche, no hay pollo", expresó el presbítero.
Finalmente, dijo que la Iglesia "no puede cruzar los brazos ante tanta injusticia y atropellos. Lo que pedimos al Gobierno es respeto y justicia para todos los venezolanos. Queremos la paz, pero no la que se fundamenta en la injusticia y en el engaño".