El diario El Nuevo Herald de Miami informó que las autoridades cubanas se disculparon ante la Arquidiócesis de Santiago de Cuba por el violento incidente ocurrido en los predios de la iglesia de Santa Teresita de Jesús, donde hace una semana unos 200 agentes policiales y partidarios gubernamentales arremetieron contra una veintena de disidentes.
El párroco de Santa Teresita, José Conrado Rodríguez, declaró estar sorprendido por la disculpa y la actitud respetuosa de las autoridades, y manifestó su confianza en que el gesto tenga la repercusión pública que el problema amerita.
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"Este ha sido un problema muy serio que aún no se ha resuelto del todo, porque la Seguridad del Estado ha continuado vigilando la iglesia y siguiendo los pasos de los fieles", lamentó el sacerdote.
"Aquí el problema es que nadie que tenga una barra en el hombro o un cargo gubernamental se sienta con el derecho de aplastar a otro cubano (…) Y no nos vamos a quedar callados, porque denunciar es la única forma que tenemos de detener los excesos ante un pueblo que está enfermo de miedo hasta los huesos", indicó.