Esta madrugada la cámara de diputados de Uruguay aprobó un proyecto de ley que equipara las uniones de hecho, incluidas las de personas del mismo sexo, al matrimonio reconociéndoles los mismos deberes y derechos de éste.
Según indican algunos medios, es probable que este proyecto sea aprobado también por la cámara de senadores antes de fin de año, lo que convertiría a Uruguay en el sexto país después de Bélgica, Holanda, España, Canadá y Sudáfrica; en contar con esta ley anti-familia.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
Esta normativa le da a las parejas de hecho que prueben ante un juez haber convivido un mínimo de cinco años ininterrumpidamente, derechos y obligaciones como la asistencia recíproca, creación de sociedad de bienes, derechos sucesorios, cobro de pensiones por fallecimiento y otras disposiciones vinculadas a la seguridad social.
El texto define la llamada "unión concubinaria" como "la situación de hecho derivada de la comunidad de vida de dos personas –cualquiera sea su sexo, identidad, orientación u opción sexual– que mantienen una relación afectiva de índole sexual, de carácter exclusiva, singular, estable y permanente sin estar unidas en matrimonio".
El proyecto fue aprobado con los votos del partido oficialista de izquierda Frente Amplio, ya que los legisladores del Partido Colorado no estuvieron en la sala; mientras que el Partido Nacional votó en contra del mismo.
El oficialista Diego Cánepa, redactor del polémico proyecto, expresó que le parecía "injusto y discriminatorio que la ley protegiera determinadas opciones y no se adecuara a la realidad social".
Ante esta controvertida norma, el Secretario General y Portavoz de la Conferencia Episcopal del Uruguay (CEU), Mons. Luis Del Castillo, señaló que "tiene que haber amparo jurídico, pero no parece oportuno asimilarlo al contrato matrimonial", cuya dimensión "excede los derechos civiles por ser la base de la familia y la sociedad". Asimismo, la CEU ya había señalado "serios reparos" a esta iniciativa por "desdibujar y debilitar" la "imagen del matrimonio como base de la familia".