La Conferencia Episcopal Italiana (CEI) emitió un comunicado sobre la enseñanza de la religión católica en la que destacó que "en la escuela se debe discutir los estilos de vida inconsistentes, con frecuencia difundidos y publicitados con ligereza, para hacer resurgir los valores que sí cuentan".
Tras precisar que más del 90 por ciento de italianos reciben formación católica en las escuelas, los prelados recuerdan que "son las familias mismas quienes deben advertir la necesidad de ser sostenidas y acompañadas en la difícil tarea de la educación, y por ello ponen en la escuela una gran fe, que se convierte casi en un pedido de ayuda".
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"La escuela es una ocasión única y un tiempo muy oportuno para reflexionar y encontrar el camino que conduce a la feliz realización de uno mismo".
Para los obispos, esta tarea no la puede hacer la escuela sola, sino que necesita de la "colaboración de la familia y la sociedad", sin prescindir de ella porque allí "se aprende a ser vigilante, crítico, propositito, constructores de un futuro abierto a la acogida y el desarrollo, modelando un estilo de vida que no cede al egoísmo y a la prepotencia y que sí está caracterizado por el amor y la responsabilidad".
Para la CEI, la enseñanza de la religión católica constituye "una preciosa ocasión para reflexionar sobre la dimensión religiosa del hombre" y "un recurso indispensable para descifrar las expectativas y los deseos presentes en cada uno, a los que la religión intenta responder en alto grado, no de modo ilusorio".
Los prelados remarcan que el cristianismo "se propone como vía razonable, capaz de dar significado a las opciones y el futuro de cada uno y la humanidad entera".