El Obispo Auxiliar de México, Mons. Antonio Ortega, hizo un llamado al perdón y la reconciliación tras la reapertura de la Catedral Metropolitana, que fue cerrada temporalmente luego de ser atacada por simpatizantes del Partido de la Revolución Democrática (PRD), el domingo 18.
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En medio de fuertes medidas de seguridad, que incluye la revisión de bolsos y mochilas, el Prelado recordó que la misericordia y el perdón son la base de la fe cristiana.
Luego, en conferencia de prensa, a la pregunta de si los agresores fueron perdonados, Mons. Ortega recordó que la misión de la Iglesia es "perdonar".
"Nos damos cuenta de que todos somos hermanos y que juntos debemos construir con alegría una ciudad más limpia, una ciudad hermosa", señaló.
Asimismo, el Prelado descartó que exista algún problema político o religioso y reafirmó que como Obispo, "estoy comprometido con aquellos que mi país necesita, sean dirigentes perredistas, panistas, eso no importa".
Medidas de seguridad
Por otro lado, mientras se celebraba la Misa, la Catedral estuvo custodiada por 46 policías y cuatro patrullas. Según se informó, dos personas que portaban pancartas fueron impedidas de ingresar al templo, así como una que pretendía medir los decibeles de las campanas con un equipo de resonancia magnética. El tradicional repique de campanas fue la excusa de los perredistas para desatar el ataque del domingo pasado.
Por su parte, el presidente de Abogados Católicos de México, Armando Martínez Gómez, reconoció la disposición del Gobierno del DF de colaborar con la seguridad de la Catedral; asimismo, llamó a los simpatizantes del PRD a "honran la palabra de sus dirigentes", que se comprometieron a cesar las irrupciones de sus miembros en la Catedral.