En un comunicado de prensa dado a conocer hoy, los obispos de África y Europa hicieron un llamado "a poner más atención con las nuevas formas de esclavitud que son a veces peores a la vieja trata de esclavos", al finalizar el seminario "Conozco el sufrimiento de mi pueblo: esclavitud y nuevas esclavitudes".
Tras el evento realizado en Cape Coast, Ghana, los obispos del Consejo de las Conferencias Episcopales de Europa y del Simposio de las Conferencias Episcopales de África y Madagascar, indicaron que "las nuevas formas de esclavitud (tráfico de seres humanos, trabajo forzado, niños soldados, etc.) se deben a las enormes diferencias económicas entre los países pobres y ricos, entre los ricos y pobres de cada sociedad".
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Junto con los representantes de la Santa Sede y delegados de agencias humanitarias católicas, los prelados afirman que "para reducir estas diferencias" hace falta "alcanzar un nuevo orden económico internacional que garantice una distribución mas equitativa de los recursos del mundo", pero sobre todo que "se ponga fin al deseo de dominar a los otros y a la cultura de esclavitud y servidumbre".
Según indica la agencia italiana SIR, "el seminario ha incidido en el aspecto de la migración y la posibilidad de promover una cultura de la vida y la familia. Se ha señalado también algunos aspectos que impiden el desarrollo de África".
Entre estos desafíos, remarcan los obispos, están "un injusto sistema de comercio entre África y el resto del mundo, el crédito y la necesidad de cancelarlo por parte del mundo industrializado, el tráfico de seres humanos, la explotación sexual, el trabajo forzado, la prostitución forzada, los niños soldado y los niños de la calle".
Ante estos desafíos, los prelados alientan a genera una "cultura del respeto por los derechos humanos", subrayando el rol de la Iglesia Católica en el "cuidado pastoral de los inmigrantes" y en "su deber de defender a las personas".