El Presidente de la Conferencia Episcopal de Chile (CECH), Mons. Alejandro Goic, intervino ante la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados y advirtió que las normas nacionales sobre regulación de la fertilidad a cargo del Ministerio de Salud apuntan a tener en Chile una ley de aborto.
El Obispo de Rancagua declaró que "todos sabemos que las dos ONG que prepararon el documento con el Ministerio de Salud tienen una clara política abortista y que su fin último es obtener que en Chile exista una ley de aborto".
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En efecto, las normas fueron redactadas por el Instituto Chileno de Medicina Reproductiva (ICMER) y la Asociación Chilena de Protección de la Familia (APROFA), conocidas por su promoción del antinatalismo.
Según Mons. Goic los problemas de fondo de las normas están en su gestación. "Un tema tan trascendente y fundamental como es el origen de la vida humana ameritaba un gran debate de toda la comunidad nacional y no la imposición de una visión unilateral", indicó y aclaró que la Iglesia reconoce la gravedad de los embarazos adolescentes y la transmisión del SIDA, pero plantea la búsqueda de soluciones acordes con la dignidad humana.
"Buscan resolver los efectos por mecanismos simplemente técnicos, al recomendar métodos preventivos y, en algunos casos, potencialmente abortivos, que presuponen una actitud permisiva de la causa del problema", explicó.
Indicó que en este sentido, "se señalan técnicas y medios para prevenirse de posibles enfermedades y contagios, olvidando toda la dimensión humana y de valores y testimonios de amor".
Según el Presidente de la CECH, "el problema de fondo es ¿qué tipo de joven, de mujer, de hombre del mañana se quiere formar?; ¿cuál es la relación entre sexualidad y familia? No se trata solamente de dar informaciones a los jóvenes, que a menudo no vienen dadas ni siquiera con exactitud, con campañas en las plazas públicas y con espectáculos que banalizan y empobrecen la maravillosa realidad de la sexualidad humana".
"El desafío grande, gigantesco, frente a la idolatría del sexo es promover valores de esperanza y de vida, recuperar la dignidad de la persona, especialmente, la dignidad de la mujer. Ella no es objeto de placer que se usa y se bota. Es persona. En clave de fe, tanto la mujer como el varón son hijos de Dios", precisó.
En su intervención, titulada "Por un Chile más humano", Mons. Goic también recordó que "la acción de la Iglesia es eminentemente pastoral. Tal misión la lleva a preocuparse por los problemas reales que afectan al conjunto del pueblo".
El Obispo precisó que la familia es el problema número uno de Chile "Que la familia en nuestra Patria vive una crisis profunda es una realidad incuestionable. Recordemos algunas dolorosas realidades: más del 50 por ciento de los niños en Chile nacen fuera del marco de una familia, con todo lo que eso significa en la vida afectiva, social, síquica, etc., de los niños", afirmó.
"El mayor y primario esfuerzo de Chile en esta hora y de cara al futuro es el fortalecimiento de la familia. La familia, siendo la comunidad natural donde se experimenta y aprende de modo único e insustituible al bien de la sociedad. La familia constituye una escuela fundamental de libertad, pues tiene su origen en la libertad del hombre y de la mujer que se comprometen en un proyecto de mutuo amor y servicio", agregó.