La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) pidió a los ciudadanos y gobiernos de Estados Unidos y México que cuiden y vigilen el respeto a las soberanías y dignidad de los ciudadanos de ambas naciones en su lucha conjunta por combatir el narcotráfico.
Tras de alentar el esfuerzo cooperativo por erradicar el tráfico de drogas a través de la Iniciativa Mérida, el Episcopado mexicano indicó que el aceptar la responsabilidad compartida en el combate contra el flagelo del narcotráfico; por parte de gobiernos, instituciones y sociedad civil de ambos países; es un primer paso para una lucha más eficaz, que implique más prevención y menos violencia.
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La CEM aseguró que el papel de la Iglesia en la lucha contra el consumo y tráfico de drogas, sobre todo en el tema de la prevención, es brindar su apoyo a los gobiernos y entidades civiles y urgiendo al Estado en su responsabilidad en el tema.
El flagelo del narcotráfico genera violencia y deteriora la vida social –señalan los Obispos– y “se manifiestan en asesinatos que cada día destruyen más vidas humanas y llenan de dolor a las familias y a la sociedad”.