El Cardenal José Saraiva Martins, Prefecto de la Congregación para la Causa de los Santos, calificó de “histórica” la beatificación más numerosa de la historia de la Iglesia, luego de proclamar beatos de la Iglesia a 498 “mártires del Siglo XX en España”.
Durante el evento celebrado en la Plaza San Pedro con la participación de 1,500 sacerdotes y más de 40,000 peregrinos españoles, entre ellos 2,500 familiares de los mártires.
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La ceremonia de beatificación propiamente comenzó con la petición formal del Arzobispo de Madrid, Cardenal Antonio María Rouco Varela, a cuya Arquidiócesis pertenece el mayor número de mártires. “Fueron fuertes cuando fueron maltratados y torturados. Perdonaron a sus verdugos y rezaron por ellos”.
Después, los Obispos de Barcelona, Burgos, Toledo, Cuenca, Ciudad Real, Mérida-Badajoz, Madrid, Oviedo, Jaén, Santander, Cartagena y Gerona enumeraron las causas de sus diócesis.
De la fachada de la Basílica de San Pedro pendía un tapiz de gran tamaño con la foto de todos los beatos, sobre las que destacaba el logotipo de la beatificación, que incluye una cruz roja en el centro.
El Cardenal Saraiva Martins leyó en español la Carta Apostólica con la que el Papa inscribe a los mártires en el libro de los beatos a las 10.22 a.m. –hora de Roma- en medio de estruendosos aplausos y un ondear de banderas españolas.
El Papa Benedicto XVI ha ordenado que los beatos sean celebrados por la Iglesia Católica el 6 de noviembre.
Durante la emotiva homilía, interrumpida por los aplausos de loa fieles, el Cardenal Saraiva Martins resaltó que los 498 mártires -entre los que se incluyen a dos mexicanos, un cubano y dos franceses- “derramaron su sangre por la fe durante la persecución religiosa en España” y recordó que el más joven tenía 16 años y el mayor 71 y que antes de morir “perdonaron a quienes les perseguían y rezaron por ellos”.
“Los mártires –prosiguió- “no son patrimonio exclusivo de una diócesis o nación, sino de toda la Iglesia”, algo especialmente necesario de recordar en estos días en los que “la identidad de los cristianos está constantemente amenazada y esto significa que ellos o son mártires, es decir adhieren a su fe bautismal en modo coherente, o se adaptan”.
“¿Qué mensaje transmiten hoy los mártires?’, se preguntó el Purpurado portugués. “Es un mensaje de amor y coherencia, que con voz muy alta dicen que todos los cristianos están llamados a la santidad”.
“Por eso, ser cristianos coherentes impone contribuir al bien común de la sociedad, defendiendo nuestras convicciones sobre la dignidad de la persona, la vida desde la concepción hasta la muerte natural, la familia fundada en la unión matrimonial indisoluble entre un hombre y una mujer y el derecho y deber primario de los padres a la educación de los hijos”, agregó el Cardenal, suscitando una salva de aplausos.
Los beatos proclamados son dos obispos (de Ciudad Real y Cuenca), 24 sacerdotes diocesanos, 462 miembros de Institutos de Vida Consagrada, un diácono, un subdiácono, un seminarista y siete laicos.