Los padres cristianos deben llevar a Dios a los jóvenes inculcándoles las virtudes y esperanzas del Evangelio, una tarea que no solo corresponde a las catequesis de las parroquias, sino también a las familias, afirmó un artículo publicado en la Revista Vitral, del Centro de Formación Cívica y Religiosa de la Diócesis de Pinar del Río (Cuba).
"Las familias cristianas no debemos nunca caer en la desesperanza, ni en el descuido de la formación en las virtudes y valores del Evangelio en nuestros hijos, tarea que no sólo corresponde a la catequesis en las Iglesias, porque a nosotros como familias, nos toca ser las Iglesias domésticas, el espejo visible del invisible Amor de Dios", señaló el texto, firmado por Alina Cabrera Llanos.
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El texto recordó que es en la adolescencia cuando los hijos empiezan "a cuestionar muchas cosas y los padres cristianos debemos estar bien preparados", para que hallen las respuestas en el hogar y no en otros lugares donde podrían ser confundidos.
Temas como la sexualidad, los bienes materiales y el amor, deben ser abordados por los padres a través de una relación de amistad, para que los hijos "sean capaces de acercarse" sin miedo al regaño y mas bien buscando el consejo.
"También tenemos que estar preparados para dar una respuesta coherente con nuestra fe, una explicación convincente, y llena de amor, que solo se logra con la oración, la lectura y la meditación de la Palabra de Dios", añadió.
El artículo afirmó que con este actuar "no sólo estaremos haciéndoles a nuestros hijos un gran bien, sino que en la medida que logremos formarlos, a través de ellos mismos, Dios logrará llegar a los lugares, donde tal vez, más necesite nuestro pueblo de Su presencia".