El Obispo de la Diócesis de Sigüenza-Guadalajara, Mons. José Sánchez González, hizo pública su oposición a la prisa con que la controvertida ley de "Memoria Histórica" que promueven los socialistas en el congreso español eliminaría monumentos y símbolos religiosos posteriores a la Guerra Civil.
La ley obligaría al cambio de nombre de calles y plazas que lleven nombres de héroes o personajes de la era de Francisco Franco; así como la eliminación de "todas las placas y símbolos franquistas", en lugares públicos e iglesias. Dentro de los "símbolos" estarían considerados no solo los políticos; sino incluso las cruces y placas erigidas en memoria de sacerdotes, religiosos y laicos fusilados por los comunistas durante la guerra.
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La ley contempla la suspensión de toda ayuda económica a las instituciones que se nieguen a eliminar tales "recuerdos".
"Yo no los puse y yo no los quito", afirmó Mons. Sánchez González, al señalar que su postura se basa en evitar posibles enfrentamientos y actos violentos en los pueblos. "Muchos hijos o nietos de las personas cuyos nombres aparecen en estas placas están vivos, y considero que su destrucción o retirada puede generar reacciones violentas", explicó. Ademés añadió que está acción supondrá "remover el pasado".
El Obispo aseguró que esta posición "es firme a día de hoy, tal y como está en estos momentos la situación legal"; sin embargo, señaló que "habrá que esperar a que esté listo el texto definitivo, porque no soy partidario de la desobediencia civil".
Respecto de las posibles penas contempladas por la ley, Mons. José Sánchez indicó que "las amenazas no me gustan nada".