En el mensaje enviado este viernes al Arzobispo Angelo Bagnasco, Presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, con ocasión de la 45º Semana Social de los Católicos Italianos, el Papa Benedicto XVI señaló que la defensa de la vida y la familia no es un valor “católico” sino humano.
El Pontífice envió el mensaje al evento que cumple 100 años de realizarse y que se viene desarrollando en Pistoia y Pisa del 18 al 21 de octubre y cuyo tema es: “El bien común hoy: un compromiso que viene de lejos”.
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El Santo Padre afirmó que el bien común es un tema que “mantiene intacta su actualidad” y que “debe ser considerado y promovido también en el contexto de las relaciones internacionales”.
“Precisamente por el fundamento social de la existencia humana, el bien de cada persona resulta naturalmente interrelacionado con el bien de toda la humanidad”, agregó.
Benedicto XVI recuerda que la tarea propia de los laicos es “trabajar por un justo orden en la sociedad y cooperar y configurar rectamente la vida social, según las competencias de cada uno y bajo la propia responsabilidad autónoma".
El Papa subraya también la importancia de la cuestión antropológica, que atañe “al respeto de la vida humana y a la atención que hay que prestar a las exigencias de la familia fundada en el matrimonio entre un hombre y una mujer”.
“No se trata de valores y principios solamente ‘católicos’, sino de valores humanos comunes que hay que defender y tutelar, como la justicia, la paz y la salvaguarda de lo creado”, subraya el Pontífice.
Refiriéndose después a los problemas que el trabajo ocasiona en las familias y en los jóvenes, el Santo Padre escribe que “cuando la precariedad del trabajo no permite a los jóvenes construirse una familia, el desarrollo auténtico y completo de la sociedad resulta comprometido seriamente”.