El Nuncio Apostólico en México, Mons. Christophe Pierre, indicó que el "Estado tiene el deber de garantizar la seguridad de todos los ciudadanos" para evitar que se sigan presentando hechos lamentables como los ocurridos con el Arzobispo de México, Cardenal Norberto Rivera Carrera, quien denunció haber recibido amenazas de muerte.
Tras una reunión con el Obispo y el gobernador de la ciudad de Cuernavaca, Mons. Pierre lamentó lo ocurrido con el Arzobispo de México y precisó que el Estado debe garantizar la seguridad y vida de todos los mexicanos.
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El Nuncio hizo estas declaraciones luego que Cardenal Rivera rechazara la protección personal ofrecida por los secretarios de Seguridad Pública federal y capitalina, Genero García Luna y Joel Ortega, respectivamente; ante los recientes incidentes ocurridos con una mujer que se identifica como Julia Cruz o Klug, quien ingresó a la Catedral durante la Misa y agredió verbalmente al Cardenal y en otra ocasión golpeó el automóvil en el que se encontraba.
Por su parte el vocero del Arzobispado, P. Hugo Valdemar, aseguró que el Cardenal Rivera no solo rechazó la propuesta de García y Ortega, sino que solicitó que se refuerce la seguridad en la Catedral Metropolitana pues lo que le preocupa es la seguridad de los fieles que acuden a la Misa cada domingo.
También el gobernador de Cuernavaca, Marco Adame Castillo, se pronunció al respecto y consideró que el Purpurado hizo bien en presentar una denuncia y agregó que le toca al Estado mexicano analizar y actuar en torno a este tipo de amenazas, a la seguridad y a la vida del Cardenal.
"En este caso la agresión de que ha sido objeto el Cardenal permite quejarse en contra de cualquier acto de intolerancia y a favor del respeto de las libertades fundamentales de los ciudadano", aseveró Adame.