El Cardenal Juan Luis Cipriani Thorne, Arzobispo de Lima y Primado del Perú, inauguró este jueves el II Congreso Nacional Misionero, en cuya primera jornada D. Luis Fernando Figari hizo un llamamiento a los laicos a despertar a su responsabilidad como bautizados.
“La alegría que ya vivimos en este encuentro es una de las señales más claras de la misión. El Señor nos ha enviado a todo mundo y por eso, la presencia de Dios en la misión siempre lleva consigo la alegría”, dijo el Cardenal Cipriani durante la inauguración, al comentar las presentaciones artísticas de numerosos niños de colegios católicos de la capital peruana.
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“Al inaugurar este congreso con enorme agradecimiento a tantas hermanas y hermanos nuestros que desde el inicio de la Iglesia dejaron padre, madre, hogar, familia y emprendieron esa maravillosa misión de ir al mundo entero; hoy los recordamos y también toco la puerta a cada una y a cada uno, recordando que el Señor sigue esperando misioneras y misioneros hoy”.
En la primera conferencia, Luis Fernando Figari, Fundador del Sodalicio de Vida Cristiana y de la Familia Sodálite señaló que cuando el Papa Benedicto VI escogió para la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano el tema “Discípulos y Misioneros de Cristo. Para que los Pueblos en Él tengan vida”, “lo primero que se me vino a la mente fue que el Papa conoce nuestra realidad y las amenazas de secularización que se presentan hoy, no pocas veces de formas sumamente agresivas, buscando con esto que los pastores se volcaran a la tarea de aplicar la Nueva Evangelización de una manera más intensa como ya lo había propuesto el Papa Juan Pablo II”.
“Muchas veces –advirtió el expositor– damos como supuesta la identidad cristiana del bautizado y por eso muchísimas empresas apostólicas fracasan. La identidad del cristiano viene siendo atacada de muchas formas, debilitando la transmisión de la fe, y las manifestaciones cristianas en la vida cotidiana, así como las socio culturales de lo que significa verdaderamente esa adhesión a la fe de la Santa Iglesia”.
Luis Fernando Figari recordó luego que el Papa Benedicto XVI en Aparecida señaló que “los más proclives a sufrir este proceso de alineación, son aquellos que no tienen esa fe en la mente fuerte y clara y cuya vivencia de la fe es débil. Todo ello apunta a un asunto que es precisamente materia que compartimos en Aparecida y que puedo adelantar, que es una fe clara, conciente, interiorizada, coherente en donde todos seamos evangelizadores permanentemente evangelizados”.
Luego, recordó que ser discípulos implica “la dinámica a la santidad y la responsabilidad en la transformación de un mundo mejor en el que los hombres y mujeres reconciliados consigo mismos, con Dios y la creación”.
El Fundador de la Familia Sodálite recordó que en América Latina “la mayor parte de los fieles han sido bautizados de infantes; por el bautismo recibimos el sello de ser discípulos de Cristo para cumplir la misión que Dios nos ha encomendado en el mundo”; y recordó que por ello, “todos formamos parte de la Iglesia, no solo los sacerdotes, muchas veces por ello el laico se siente desligado de las responsabilidades y de su compromiso que como discípulo debe asumir en sus tareas por esa misión”.
El llamado a tomar en serio la urgencia de la Nueva Evangelización, explicó luego Figari, “reclama que se recupere la conciencia de lo que realmente es el bautismo y lo que implica como cambio real e interior para la persona que lo recibe, haciéndolo ingresar en el proceso vital de ser discípulo y misionero”.
“El lema de ‘evangelizadores permanente evangelizados’ nos recuerda que el primer campo de la evangelización es uno mismo”, agregó.
Luis Fernando Figari destacó que en América Latina numerosas religiosas, religiosos y laicos participan de las misiones ad gentes. Van a tierras lejanas a llevar el “Evangelio, para testimoniar con sus propias vidas a Cristo”; pero destacó que la misión ad intra ecclesia “es donde debemos poner ahora nuestros ojos sin dejar la misión ad extra”.
“Habiendo recibido tantas bendiciones en nuestras tierras ¿por qué tanta tibieza en esta misma tierra nuestra llamada tierra de santos donde florecieron tantos santos?, ¿por qué tanta tibieza?”, se preguntó el conferencista.
El Fundador del Sodalicio de Vida Cristiana concluyó “con una pregunta y una respuesta ¿Cómo llegar a ser discípulos y misioneros para que nuestros pueblos en Él tengan vida? Pues mirando a la Virgen de Nazaret, ella, discípula y misionera por excelencia nos ilumina sobre como hemos debemos de vivir esas dimensiones fundamentales de la vida cristiana en nuestra realidad concreta”.