El Presidente del Episcopado francés, Cardenal Jean Pierre Ricard, subrayó que la visión de la familia y el matrimonio que tiene la Iglesia "no es puramente confesional y no está dirigida solo a los católicos. Somos portadores de una visión de la persona y del matrimonio que considera a todo el hombre".
Así lo indicó el también Vicepresidente del Consejo de las Conferencias Episcopales de Europa (CCEE) durante la Asamblea Plenaria de este organismo que culminó hoy en Fátima, Portugal, y que tuvo como tema centra a la familia.
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"El primer objetivo que debe perseguir una pastoral del matrimonio y la familia es ayudar a las parejas y las familias a abrirse al don de Dios y acoger la visión evangélica de la pareja y la vida familiar. Es la experiencia de ser amados personalmente por Dios, de ser perdonados y sostenidos por su misma fidelidad que funda el amor conyugal y familiar", explicó el también Arzobispo de Burdeos.
Para el Cardenal Ricard, "en los países europeos la Iglesia hace mucho en el campo de la preparación para el matrimonio, en el sostenimiento de las parejas, en la ayuda psicológica a las mujeres ante la posibilidad de un aborto, en el sostenimiento de los viudos y los divorciados. El testimonio de las mismas parejas en este sector aparece como irrenunciable".
Al hablar de la preparación de los novios para el sacramento del matrimonio, el Purpurado francés resaltó que la formación de muchos de ellos "que tienen poco contacto con la parroquia puede transformarse en un lugar de primera evangelización, lo que se convierte en una inversión más grande que aquello de preparar una simple celebración".
Asimismo, el Vicepresidente del CCEE recordó que "es deber de la Iglesia y los cristianos promover y defender el verdadero bien del hombre, insistir en la unicidad de la institución familiar, sobre su estabilidad y fidelidad, sobre el derecho del niño a tener un padre y una madre, sobre el rechazo a la eutanasia y el aborto".
"No se trata de hacer solo intervenciones públicas sino también de formar las conciencias. La pastoral familiar debe tener una dimensión misionera. Las familias cristianas deben testimoniar la visión del hombre de la que son portadores así como del amor que le permite vivir", precisó.
Tras indicar que "es decisivo darle un lugar centra a la pastoral familiar" para responder a los desafíos como "la baja tasa de matrimonios, el aumento de la convivencia, la fragilidad de la estabilidad de las parejas, el divorcio, el crecimiento del número de uniones de hecho, la búsqueda de la fabricación del hijo perfecto".
El Arzobispo de Burdeos anotó que todos estos problemas ocurren, en parte, por "el alejamiento de una parte de la población de la fe cristiana y la pertenencia eclesial" y que se origina también en la influencia de algunos lobbies que "quieren el reconocimiento de las uniones homosexuales y la posibilidad para éstas de adoptar niños".