El Presidente del Pontificio Consejo para la Pastoral de los Agentes Sanitarios, Cardenal Javier Lozano Barragán, atribuyó hoy las afirmaciones según las cuales el Papa Juan Pablo II habría pedido y recibido la eutanasia a una campaña con la que se pretenden "legitimar" estas tesis.
La polémica se desató hace algunos días, después de que la doctora italiana Lina Pavanelli –que es médico anestesista y profesora en la Universidad de Ferrara– afirmara que Juan Pablo II, recibió de algún modo la eutanasia al aplicársele la sonda nasogástrica nutricional demasiado tarde, es decir, el 30 de marzo de 2005, tres días antes de morir.
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En declaraciones a Europa Press, el Cardenal Lozano aseguró taxativamente que el Papa Juan Pablo II "no renunció jamás" a la alimentación y a la nutrición ni tampoco "a ninguna curación" antes de morir, y que afirmarlo constituye una "gran falsedad".
En este sentido, señaló que el equipo médico que atendió al Pontífice polaco en la última etapa de su vida actuó "de acuerdo a su ciencia y competencia", velando por su hidratación y nutrición hasta el último momento y con anterioridad al 30 de marzo.
Según el Cardenal, los defensores de otros casos –como el de la estadounidense Terri Schiavo a quien se retiró la sonda de alimentación que la mantenía en vida o el italiano Piergiorgio Welby, a quien se desconectó el respirador– están intentando "acomodar" la figura de Juan Pablo II a sus tesis.
El Purpurado insistió en que estas afirmaciones no son más que "mentiras" con las que los interesados tratan de crear "una especie de engaño" y "demostrar una tesis falsa".