Con lemas a favor del aborto, varias feministas ingresaron a la Catedral de Managua durante la celebración de la Misa dominical e intentaron comulgar. Como se les negó la comunión, de acuerdo a las normas eclesiales vigentes, las abortistas reaccionaron violentamente y obligaron al sacerdote celebrante a finalizar la Misa.
La decisión del Padre Bismarck Conde, que presidía la Eucaristía al momento de la agresión, molestó a las mujeres, algunas de las cuales pertenecen a la organización abortista autodenominada “Católicas por el Derecho a Decidir”, quienes no abandonaron la nave central de la Iglesia y empezaron a reclamar la Eucaristía.
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Según informó el diario La Prensa, quienes participaban en la Misa, “empezaron a pedir al mismo tiempo y en igual tono de voz la salida de las feministas, mientras el Padre Conde orientaba guardar la calma y no caer en la provocación”.
“La policía, en ese momento, no se encontraba en el interior del templo, porque algunos agentes se dedicaron a cuidar los alrededores de la Catedral, donde otro grupo de mujeres estaba con mantas que presentaban mensajes alusivos al aborto terapéutico”, informó el periódico nicaragüense.
Los feligreses presentes en la Catedral, visiblemente consternados por la inadmisible actitud de las abortistas, les “gritaban frases como ‘asesinas’, ‘asesinas de niños’, ‘Dios las va a castigar por lo que hacen’”, mientras eran retiradas a empujones por la policía y se unían luego a otro grupo que esperaba en las afueras de la Catedral.
Repudio generalPara el vocero de la Arquidiócesis de Managua, Padre Rolando Álvarez, el incidente es “un mensaje negativo para la población, en especial para la niñez del país” ya que la actitudes de las feministas “solo muestran elementos nocivos, cuando en la sociedad debe prevalecer una conducta cívica”.
“Los hechos caen por su propio peso, nuestra gente es lo suficientemente recta para detectar e identificar aquellas situaciones de desorden, el mismo contenido negativo hace que la sociedad lo rechace, el pueblo es el que termina dictaminando el contenido de este tipo de situaciones, no necesitaríamos nosotros condenar un acto de esta naturaleza porque la gente sabe lo bueno y lo malo”, precisó el sacerdote.
Una de las asistentes a la Misa, María Emilia Paredes, declaró a La Prensa que las feministas “estaban profanando la casa del Señor, una protesta tiene que ser afuera, porque debemos respetar, como cristianos que somos, como católicos, decimos que (ellas) todavía no conocen al Señor. Si lo conocieran no hubieran dicho eso, ellas provocaron lo que sucedió desde el momento en que andan una consigna en sus camisas”.
Para Ofelia Palacios, era un sacrilegio que las abortistas entraran al templo con camisetas que decían “Sí al aborto”. “Se quieren hacer famosas, pero ellas deberían de protestar en otros sitios”, indicó.
El Código Penal vigente establece que por ofender algún culto lícitamente establecido o que se establezca en la república, impida o perturbe el ejercicio de las funciones o ceremonias religiosas, será castigado con arresto desde cinco hasta cuarenta y cinco días.