Austin Ruse, presidente del Instituto Católico para los Derechos Humanos (C-Fam por sus siglas en inglés), declaró al semanario Alba que el lobby “radical” ha tomado las agencias y organismos de las Naciones Unidas para imponer una agenda social anti-vida para la que en su fundación no tenía competencias.
Ruse explicó que el objetivo de C-Fam “es conseguir que la ONU sea irrelevante en cuestiones sociales” a través de la defensa de la vida, la familia y el matrimonio en las Naciones Unidas, hoy convertida en lugar privilegiado de la agenda abortista, feminista y homosexual.
Recibe las principales noticias de ACI Prensa por WhatsApp y Telegram
Cada vez es más difícil ver noticias católicas en las redes sociales. Suscríbete a nuestros canales gratuitos hoy:
El experto recuerda que la carta fundacional de la ONU no tenía competencias para tratar asuntos sociales. “La ONU se creó por razones de seguridad y defensa, no para marcarla agenda social”, indicó.
Ruso explicó a Alba que su objetivo no es conseguir que los católicos ganen peso en la ONU sino conseguir que la ONU sea “irrelevante” en materia social. “Si los europeos consideraran la ONU tan irrelevante como hacemos los americanos, nos iría mucho mejor”, sostiene.