"La formación de un laicado que sepa dar razón de la fe es más necesaria que nunca en nuestros tiempos y representa uno de los objetivos pastorales que hay que perseguir con empeño", dijo hoy el Papa Benedicto en Castelgandolfo ante un grupo de obispos ucranianos.
Al recibir hoy a los prelados de rito latino de Ucrania al final de su visita "ad limina", el Santo Padre destacó que la solución de los problemas actuales "exige una indispensable sinergia de fuerzas, para un anuncio renovado del Evangelio”. Al respecto señaló que “los largos años de la dominación atea y comunista han dejado evidentes huellas en las generaciones actuales. Se trata de otros desafíos que os interpelan".
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En su alocución a los obispos de rito latino, el Pontífice reconoció que la colaboración entre los mismos católicos no siempre es fácil, debido a "la diversidad de las respectivas tradiciones". Si embargo, aseguró, "la unidad de los católicos, en la diversidad de los ritos, y el esfuerzo por manifestarla en todos los ámbitos, muestra el rostro auténtico de la Iglesia Católica y constituye un signo muy elocuente también para los otros cristianos y para toda la sociedad".
"Si se consolida la comunión dentro de las comunidades católicas, será más fácil lograr un diálogo provechoso entre la Iglesia Católica y las otras iglesias y comunidades eclesiales", dijo.
Refiriéndose en este contexto a la exigencia ecuménica, el Papa subrayó el "diálogo cotidiano" que tratan de tejer con los ortodoxos y exhortó a los prelados a que "los obstáculos y eventuales fracasos en este ámbito no frenen el entusiasmo".