En un intento por evitar un inminente cisma en la comunidad anglicana, los líderes de la iglesia Episcopaliana, aceptaron suspender las ordenaciones de obispos homosexuales y las bendiciones de uniones entre personas del mismo sexo.
Los líderes episcopalianos, rama estadounidense de la iglesia Anglicana, se reunieron esta semana para tratar diversos asuntos y finalmente optaron por detener estas iniciativas hasta alcanzar un consenso mundial sobre el asunto.
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La ordenación del primer obispo episcopaliano abiertamente homosexual ocurrió en el año 2003 en New Hampshire, Estados Unidos, y causó profundas heridas en esta comunidad.
Según informó la prensa local, los episcopalianos accedieron a "ejercitar moderación absteniéndose de consagrar candidatos del episcopado cuya forma de vida presente un desafío al resto de la iglesia y genere tensiones en la comunidad".
Además, acordaron no realizar en sus diócesis "ninguna bendición pública de uniones entre personas del mismo sexo hasta tanto no se llegue a un consenso en la comunidad o hasta que la convención general tome una decisión".
Los episcopalianos, que cuentan con unos 2,3 millones de cristianos en Estados Unidos, reiteraron su compromiso con los derechos civiles de los homosexuales y su oposición a "acciones o políticas que los dañe, aliente la violencia o viole su dignidad como hijos de Dios".
El arzobispo de Canterbury, Rowan Williams, máximo líder de la iglesia Anglicana, llegó a Estados Unidos para prevenir el cisma. Las tensiones se incrementaron con la elección en el 2006 de una mujer al frente de este grupo en Estados Unidos.