El Arzobispo de Lima, Cardenal Juan Luis Cipriani Thorne, lamentó "contemplar un país polarizado y dividido, en que cada uno saca medias verdades para insultar al prójimo" y aseguró que "así no tenemos un buen futuro por delante".
En su homilía dominical, el Purpurado señaló que "vivimos unos días delicados y complicados, ojalá que sepamos vivirlos con amor a Dios y al prójimo, con serenidad y con paz; en la que demos muestras de ser una sociedad que vive como una familia".
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"Solo nos interesa a todos una verdad, que nunca es violenta. La verdad siempre trae consigo la paz, la vida y la justicia", afirmó el Cardenal Cipriani y pidió que "el Señor nos ilumine a todos, especialmente a los que tienen responsabilidad en el gobierno y en la administración de la justicia en el país".
Al reflexionar sobre el Evangelio dominical, el Primado de la Iglesia en el Perú indicó que no se puede servir al mismo tiempo a Dios y al dinero. Luego manifestó que esto no significa que éste sea malo sino que el problema está cuando el hombre quiere sustituir a Dios por el dinero o por el poder y exhortó a no idolatrar a ese ídolo falso del mundo de hoy que es el bienestar material.
"Pongamos los valores espirituales en primer lugar. La oración, la justicia, la prudencia, la alegría, la fidelidad, la sinceridad, la honestidad, ese amor al que pasa por una dificultad o por una enfermedad, o que es pobre", acotó.
"Cuando se deja a Dios de lado empiezan los abusos y atropellos, perjudicando a los más pobres, los menos cultos, los niños, enfermos así como a los que no pueden defenderse", concluyó el Purpurado.